viernes, 2 de septiembre de 2016

HISTORIA DE AMOR CANINO

El poder del amor sobrepasa cualquier medicina

Por mi página www.veterinaria-homeopatia.com , me contacta una propietaria de un perro Springer Spaniel de 11 meses que se encuentra hospitalizado y le han pedido que no lo vuelva a visitar pues la última vez, el perro quedo tan exaltado que rompió la jaula. Me piden la opinión y solo atino a recordar una anécdota que sucedió hace un par de meses, que yo la llamaría “Una Historia de Amor”.
Álvaro y Luz Stella, son unos amigos que tienen una linda finca en Tenjo, allí tienen a una pareja de Rottweiler y un buen día, una colmena de abejas se alboroto y ataco a Simón, el macho; Después de sacarlo debajo de la casa a donde fue a parar tratando de ocultarse de semejante ataque, Luz Stella y Álvaro se lo llevaron de inmediato al pueblo y afortunadamente encontraron  una clínica veterinaria que lo sacaron del choque anafiláctico donde le sacaron más de 70 aguijones en la cara. Llevaba como una semana hospitalizado y le hicieron de todo, pero el perro no se quería levantar. Me pidieron que lo viera con mis ojos de homeópata, y así me fui a visitar a Simón; cuando lo encuentro en una jaula justo a su medida, canalizado y sondeado, pues no podía orinar. Lo examino y hago comunicación con Simón, quien me dice que no sabe porque está castigado, no sabe cuál fue la travesura que hizo, para que lo llevaran allá. Resolvemos sacarlo de la jaula y sacarlo a la calle a ver si estando afuera del hospital se anima a pararse, pero nada, sigue echado y solo piensa en morirse, no quiere vivir. Cuando le pregunto a Luz Stella como es su relación con Morgana (la Hembra), me dice que se adoran y me cuenta como le daba besos cuando la subieron al carro para traerla al hospital.
Listo… el diagnostico estaba hecho, y el tratamiento me lo acababan de dar.
….traigan a Morgana.
Esa tarde no aguante las ganas de ver qué pasaba con el encuentro y me quede. Junto al colega veterinario aguardábamos detrás de un vidrio que nos separaban de la zona de las jaulas. Tan pronto entro Morgana, Simón se levantó como un resorte y así animado y alegre le quitaron la sonda uretral, se le quito el suero, y como dicen… pa la casita. Tan pronto llego a la finca, se puso a orinar por todas partes. Si, orina con sangre, pero la felicidad de estar junto a su compañera y en su casa de regreso saltaba a la vista. Igual le dimos su PHOSPURUS (Medicamento homeopático) Pero la verdadera medicina fue el amor por su compañera Morgana. Quien realmente curo a Simón fue su compañera; yo solo fui un mediador (es lo que realmente hace un médico)
El domingo los estuvimos visitando y Simón esta hermoso.
La lección;  
·         El vínculo emocional juega un papel primordial.
·         La terapia alopática alivia, pero no curan.
·         Los perros aman a su compañera, su casa, y a sus cuidadores humanos.