¿A qué vinimos a este Planeta?

Cuál es mi misión en esta vida? Son preguntas existencialistas. Pero cuando hacemos las mismas preguntas para los animales, para nuestras mascotas, animales de compañía, animales de producción, animales deportivos, llega a mi mente el parágrafo 9 del Organón de la Medina (S. Hanhemann) que dice refiriéndose para que necesitamos Salud: “En el estado de Salud, la fuerza vital que dinámicamente anima el cuerpo material, gobierna con poder ilimitado y conserva todas las partes del organismo en admirable y armoniosa operación vital, tanto respecto a las sensaciones como las funciones, de modo que el espíritu dotado de razón que reside en nosotros, puede emplear libremente estos instrumentos vivos y sanos para alcanzar los más altos fines de nuestra existencia”,  frase que nos pone a reflexionar, a recordar que no solo necesitamos mantener la SALUD para lograr “alcanzar los más altos fines de nuestra existencia”, sino cual será nuestra finalidad…, para que vinimos…, y traduciendo esto a los animales de compañía, si su finalidad es acompañarnos, se convierten por decirlo de otra manera, como Ángeles Guardianes, compañías incondicionales, y muchas veces vemos que funcionan como FILTROS de procesos des armónicos en las familias, recibiendo ellos enfermedades, cáncer, para sufrir los dolores de la enfermedad protegiendo a sus compañeros humanos. Por eso debemos respetarlos y amarlos pues cumplen funciones más allá que la simple compañía.