El acelere de la vida moderna
Reflexiones
sobre esta nueva era moderna.
Vivimos en
un mundo que ha cambiado mucho en los últimos años. Estamos viviendo en un
mundo globalizado, donde la tecnología nos ha dado herramientas de
interconectividad acortando distancias y tiempos, lo que ocasiona que nos vamos
acostumbrando a vivir aceleradamente, necesitando respuestas inmediatas; todos
hemos experimentado la impaciencia cuando nuestro computador se hace “lento”
por tener un procesador de 4 años de antigüedad. Pareciera que a medida que la
tecnología avanza la inmediatez crece. Revisando la historia de la “revolución
Verde” que surge como consecuencia de la postguerra, donde más que la necesidad
de aumentar la producción de comida, se debió a una necesidad de tipo económico
transformando las grandes fábricas de explosivos en fábricas de agroquímicos.
El mundo no podía desconocer los resultados inmediatos que se observan cuando
el reino vegetal responde aceleradamente
a la aplicación del nitrógeno en forma de urea. Pero afortunadamente los
investigadores agrónomos empezaron a ver los efectos secundarios de dichas prácticas,
tomando consciencia que lo que se estaba haciendo era provocar un desequilibrio
en toda la fauna y micro fauna, de la tierra, elementos indispensables para el
mantenimiento de la ecología, término que me gusta asemejar al equilibrio de la
naturaleza.
Así mismo
los estudiosos de la reproducción animal, han encontrado eco en la $ootecnia y
la economía, donde los índices productivos ejercen una presión directa,
llevando a evaluar las perdidas en $ de un día abierto en una vaca. Algunos
determinan que el ganadero está perdiendo xxx por día. Al igual que no podemos
desconocer el resultado inmediato de la aplicación de urea en una pradera, no
podríamos desconocer el resultado de hormonas gonadotrópicas y su respuesta
inmediata en la reproducción animal, pero llega la pregunta de los efectos
secundarios, o el desequilibrio de un sistema; los resultados son vistos a
mediano y largo plazo.
Para poder
ser un buen ganadero, se debe ser primero un buen agricultor, y este concepto está
bien interiorizado en los países nórdicos, con estaciones, donde el invierno
obliga a suministrar el alimento que se haya recolectado durante la primavera y
verano. Todos sabemos que los errores cometidos durante la crianza de nuestras
terneras, son errores que pagaremos durante el resto de su vida, pues
lograremos animales que no puedan expresar su potencial genético. Los errores
en las novillas, son errores que pagaremos a mediano plazo y los errores en las
vacas adultas, son vistos a corto plazo, más claramente observables en las
ganaderías lecheras. Cualquier cambio en la nutrición lo observamos en los
litros del balde y en el $ de la cuenta bancaria. Esto me ha llevado a observar
las diferencias del pensamiento del ganadero de carne vs el ganadero de leche,
el primero por su esencia y calidad del negocio siempre está pensando en su
producto a 24-36 meses, mientras el ganadero lechero está pensando en su
producto 15-30 días. El primero es menos inmediatista que el segundo.
Lo
anteriormente expuesto no escapa al ámbito de la medicina, donde la medicina
del dolor ha satisfecho una necesidad humana de escapar al sufrimiento. A los
pacientes les interesa más suprimir el sufrimiento o dolor, llevando a asociar
en sus mentes un síntoma = enfermedad. En los adultos mayores la enfermedad es
sinónimo de estatus social. La diabetes no la experimentan los estratos 1, 2. Frecuentemente
somos interrogados por nuestros pacientes que preguntan en cuantos días estaré
aliviado, y aquellos que hemos estudiado homeopatía nos enfrentamos a un dilema
en la respuesta, pues conocemos la existencia de una Ley Natural, que se llama
la INDIVIDUALIDAD. Cada organismo
responde independientemente diferente ante un mismo estimulo. Nuestra condición
genética, social, ambiental y constitucional, nos regala una característica de
seres únicos, irrepetibles y por consiguiente individuales. En biología, 2
organismos pueden reaccionar similar en su forma, pero individual en su fondo.
No se puede utilizar el término igual. Las células hepáticas responden
diferente que las células renales ante un mismo estímulo como es la glucosa,
pues cada una desempeña un rol diferente dentro de un sistema, cada una tiene
una responsabilidad particular y ocupa un medio específico. Su vida media es diferente,
su metabolismo es diferente.
Ciertamente
la electrónica ha contribuido en crear medios diagnósticos cada día más
eficientes, más seguros y acertados, términos cada día más frecuente escuchamos
como resonancia magnética, ecografía de xxxx y los antiguos rayos x se van
archivando al igual que lo hizo la fotografía de papel con películas de grano
fino a fotografía digital y pixeles. Cada vez podemos desmembrar el cuerpo y
florecen los diferentes especialistas y ortopedistas de la mano derecha. Pareciera
que nos hemos repartido al paciente, remitiéndolo al cardiólogo, neumólogo,
dermatólogo, nefrólogo, endocrinólogo. (Esto da estatus social al enfermo, no
es lo mismo decir que estuvo visitando al cardiólogo, que decir estuve
visitando al médico general) Aquel internista, que se esfuerza a observar a su
paciente en su totalidad, tiende a desaparecer, pues tratando de ver atreves
del microscopio, perdemos la visión del paisaje completo. Ahí es donde la Homeopatía
con sus enseñanzas permanece inmóvil desde sus orígenes considerando al
paciente en su TOTALIDAD, con aquella visión HOLISTICA donde pretende ver los
diferentes factores que pueden estar influyendo en el desequilibrio que muestra
nuestro paciente. Que lo está alejando de la naturaleza, de su propia
naturaleza, pretendiendo llegar a aproximarnos al punto de partida o noxa
desencadenante de las respuestas observables que llamamos SINTOMAS.